Actualmente, la detección precoz del cáncer de colón disminuye su mortalidad a corto plazo entre un 30% y un 35%; lo que equivaldría a salvar unas 4.000 vidas cada año en España. Para conseguir este diagnóstico precoz son fundamentales los cribados poblaciones. En este caso, el test de sangre en heces.

El cribado de cáncer de colon consiste en realizar una prueba tan sencilla como analizar las muestras de heces de la población de riesgo (hombres y mujeres de 50 a 69 años), para estudiar si existen niveles elevados de hemoglobina, una molécula característica de la sangre.

Encontrar sangre en las heces puede reflejar pequeñas hemorragias que pueden ser producidas, entre otras cosas, por un tumor, pero también también puede dar resultados positivos en el caso de detectar patologías benignas (hemorroides, pólipos…), o premalignas (cierto tipo de pólipos, displasias…). Además, en alguna ocasión puede aparecer algún caso en el que la prueba de positivo (falso positivo) y el paciente no tenga ninguna lesión. Este falso positivo supondría realizar una posterior colonoscopia, sin que exista una necesidad real.


Una mejora del diagnóstico precoz

La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) impulsó un proyecto del Dr. Antoni Castells en 2007 con el que unos años después consiguió confirmar el test de sangre oculta en heces, empleado actualmente, como un test válido para los programas de detección precoz del cáncer de colon.

No obstante, el Dr. Castells sigue investigando sobre este test para mejorar su precisión.

El objetivo de actual de su trabajo, también apoyado por la AECC, es encontrar nuevos biomarcadores que resulten más precisos para la detección de lesiones en estos cribados, aparte de la hemoglobina. Para ello, la investigación se ha centrado en los llamados miRNAs. Se trata de fracciones de RNA que permiten conocer características diferenciales entre los individuos, pudiendo utilizarse como un elemento para realizar un cribado poblacional.

Si bien aún es pronto para que este nuevo método pueda sustituir al actual y son necesarias más investigaciones, los resultados actuales son prometedores.

Sobre la situación actual de la investigación y sobre sus futuras repercusiones nos habla el Dr. Antoni Castells.


¿Cómo definiría, para empezar, el test de sangre oculta en heces?

El test de sangre oculta en heces es un método inmunoquímico que detecta la presencia de cantidades muy pequeñas de hemoglobina (componente principal de la sangre humana) en las heces. Con este método se ha demostrado que es posible detectar de forma temprana el cáncer colorrectal y, con ello, disminuir la mortalidad asociada a este tumor.


¿En qué se diferencia el modelo que propone respecto al actual? 

El nuevo test, que llamamos miRFec, parece especialmente preciso para la detección de las lesiones precursoras del cáncer colorrectal, los denominados adenomas avanzados, en comparación con la concentración de la hemoglobina en heces. La detección de estas lesiones nos abre, pues, la posibilidad de no solo detectar precozmente el cáncer, sino incluso prevenir su aparición.

Además, se ha observado que miRFec mejora la especificidad del test de detección de sangre oculta en heces, lo cual se traduce en un menor número de resultados falsamente positivos y, en consecuencia, una disminución del número de colonoscopias innecesarias.


¿Cuáles son los avances que ha conseguido su investigación?

Uno de los últimos avances es el estudio, publicado hace unos meses, en el que demostramos que la combinación de unos marcadores moleculares, que se pueden detectar en las heces, y que se conocen con el nombre de miRNAs (fragmentos pequeños de ARN), con la concentración de hemoglobina fecal permiten mejorar el rendimiento de la prueba de detección de sangre oculta en las heces.


¿Cómo podrían mejorar el futuro a medio plazo estas mejoras en los cribados poblaciones?

Consiguiendo cribados más simples, más eficaces, menos invasivos y más baratos. Muchos grupos en el mundo, con diversas aproximaciones, estamos trabajando en esta dirección.


¿Por qué es importante seguir invirtiendo en este tipo de investigaciones?

En los últimos años se han alcanzado importantes avances en el diagnóstico, el tratamiento y la prevención del cáncer, hasta el punto de que hoy ya hablamos, sin rubor, de curar, cronificar o evitar el cáncer.

Todo ello no habría sido posible sin el esfuerzo y la dedicación de múltiples grupos de investigación, así como sin el compromiso de la sociedad civil y de las distintas entidades gubernamentales y no gubernamentales, que han invertido en investigación. Los países más avanzados son los que más invierten, ¡por algo será!


¿Y por qué es importante concienciar a la población sobre la importancia de participar en estos cribados?

Los programas de cribado actuales permiten detectar precozmente el cáncer y, si se detecta en fases iniciales, existen más probabilidades de que el cáncer se cure.